Recargar un coche eléctrico en París ahora cuesta el doble que llenarlo de gasolina
El operador de la estación de carga de París Bélib’ acaba de anunciar sus nuevos precios. Y malas noticias, van en aumento. Así que recargar un coche eléctrico como un Tesla cuesta más que alimentarlo. Pero, afortunadamente, esta observación no es la misma en todas partes y sigue siendo económicamente más rentable conducir un coche eléctrico.
La carga es ahora una de las principales barreras para comprar un vehículo eléctrico, junto con la autonomía, los dos están estrechamente relacionados. A la espera de la formación de una batería sólida, que permitirá recorre más de 1.000 kilómetros con una sola carga con recarga casi instantánea, es importante desarrollar la red de terminales. Si todavía estamos lejos de los 100.000 puntos de recarga prometidos por el gobierno para finales de 2021, el sitio deFrancia contaba 77.318 el 30 de noviembre. Pero si sigue aumentando el número de terminales y operadores, otro obstáculo frena a algunos automovilistas: el precio.
Un precio en aumento
Si aún quedan terminales libres, la mayoría requieren de pago. Y, lamentablemente, con el aumento de los precios de la electricidad al por mayor, se está volviendo más caro. Por ejemplo, Tesla aumentó los precios de sus Superchargers e introdujo una tarifa para horas pico y valle. Si Allego ha bajado sus precios, la compañía ha implementado una política similar, con precios que varían con el tiempo para animar a los usuarios a conectarse cuando la demanda de la red es baja.
Ahora es el turno de Bélib’ de anunciar un cambio en sus precios. El operador encargado de las terminales instaladas en París ha subido mucho los precios de sus servicios y ya no cobra sólo por minuto sino también por kW, como todos sus competidores. Se proponen cuatro fórmulas: Moto, Flex, Boost y Boost+, entregando potencias respectivas de 3,7 kW, 7 kW, 22 kW y 50 kW. Es posible pagar como invitado habitual o contratar una suscripción.
Se propone una tarifa reservada para los residentes de la capital y es un poco más beneficiosa. En ambos casos, es necesario pagar 7 euros al año además del precio del kWh. Una fórmula que recuerda a Ionity, que también ofrece suscripción a 17,99 euros al año. Con Tesla es posible aprovechar una tarifa preferencial en Supercharger si no tienes un coche de la marca optando por una suscripción a 12,99 euros al mes. Entonces es necesario calcular unos 0,60 euros por kWh durante las horas valle, contra 0,70 euros por kWh sin fórmula.
Los suscriptores de Bélib, parisinos o no, pueden aprovechar la recarga en Terminal de 22 kW por 2,15 euros por 15 minutosmientras que la toma de 50 kW se cobra a 0,45 euros el minuto.
Conducir con diésel es más barato
Si tienes un Tesla Model 3 Long Range, con una batería de 82 kWh, te costará aprox. 32 euros para pasar del 10 al 80% en una hora con el paquete Belib’ Boost + (50 kW) para invitados. A modo de comparación, solo se necesitan 30 minutos con un Supercharger, que alcanza los 250 kW, con un extra de 34 euros.
Sin embargo, no es lo mismo si eliges el paquete Flex de hasta 7 kW. Realmente te llevará 0,55 euros por kWh y 0,78 euros por 15 minutos. El resultado, si no te has suscrito a ningún abono, tienes que pagar 56 euros por un cargo del 10 al 80% en 7 horas (57 kWh + 7 horas de inmovilización), que son unos 18 euros por recorrer 100 kilómetros (en un consumo medio de 18 kWh/100 km).
¡A este precio es más rentable circular con gasóleo o gasolina con costes entre menos de 10 y 15 euros los 100 km! Afortunadamente, la carga es más barata en casa y con otros operadores.
Las tarifas son un poco más interesantes si te suscribes al abono de 7 euros al año, incluido el kWh de 0,30 a 0,55 euros dependiendo de la franja horaria, mientras que el coste por minuto varía desde 0,05 euros en horas valle hasta 0,60 euros en horas diurnas. Tenga en cuenta que el precio es el mismo independientemente del distrito. En su lado, Ionity cobra 0,69 euros por kWh para clientes sin abono y 0,35 euros para los que se suscriban a una oferta anual.
Pero el premio a la red más barata actualmente se lo lleva Lidl, que cobra 0,40 euros en terminales de 180 y 360 kW. Un cargador de 22 kW cuesta solo 25 céntimos por kWh. Suficiente para reducir el coste por 100 km en torno a los 4 euros. La distribuidora es, por tanto, más económica que Electra, que sólo pide 0,44 euros el kWh para todos sus terminales, hasta 300 kW.
Recargar en casa sigue siendo más barato
Sin embargo, siempre es más barato recargar en casa, con 0,174 euros reclamados por kWh por la tarifa regulada. Suficiente para reducir el coste por 100 km a menos de 3 euros. Lo cual es más económico que conducir con gasolina o diésel, sobre todo si tenemos en cuenta el casi nulo mantenimiento de un vehículo eléctrico.
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