Cambio climático: ¿qué consecuencias para el trabajo?

Kapital: ¿En qué medida afectará el cambio climático al empleo?

Sara Gondy: Es importante distinguir el cambio climático como tal (aumento de las temperaturas, contaminación, etc.) de las acciones del Estado frente al mismo. Los efectos no son los mismos y no tienen las mismas proporciones. Un cambio climático como este tiene un efecto particularmente negativo sobre el empleo: conduce a una pérdida de productividad, una disminución en el número de puestos de trabajo vacantes y una disminución del PIB (producto interno bruto). Estudios de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) han demostrado que un aumento de la temperatura global de 1,5 grados para 2030 provocará una pérdida de tiempo de trabajo del 2,2%, equivalente a 80 millones de puestos de trabajo a tiempo completo. Los efectos son bastante diferentes a nivel global, sin duda Europa será el continente menos afectado en 2030. Pero si el calentamiento global supera los 1,5 grados, las consecuencias serán más acusadas.

Kapital: Por otro lado, ¿qué consecuencias pueden tener en el mercado laboral las acciones implementadas por los Estados para combatir el calentamiento global?

Sara Gondy: La transición a una economía verde tendrá diferentes efectos sobre los puestos de trabajo: algunos serán reemplazados, algunos serán creados, algunos serán eliminados y algunos serán redefinidos. Según nuestros modelos, la implementación del Acuerdo de París y la política energética que impone debería generar una pérdida total de 6 millones de empleos, pero crear 24 millones en todo el mundo para 2030. A nivel regional, récord de Europa por 2 millones de creación neta de empleo. Además del sector energético, si consideramos la economía circular y el consumo, llegaremos a 100 millones de empleos creados, con un resultado neto de 26 millones de empleos en 2030 en todo el mundo.

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Capital: ¿Qué conclusiones saca de estas estimaciones?

Sara Gondy: Al final, la inacción contra el cambio climático está resultando trágica para el mercado laboral. Habrá pérdidas de puestos de trabajo, pero el balance neto será muy positivo si se toman y aplican con eficacia las medidas adecuadas. Tendemos a pensar que la ecología inevitablemente destruirá puestos de trabajo, pero esto es incorrecto. La verdad es que algunos serán destruidos y necesitamos tomar medidas para maximizar la creación de empleo y minimizar las pérdidas, así como apoyar a los empleadores y trabajadores que sufrirán estas pérdidas y que son los más vulnerables.

Capital: ¿Cuáles son las soluciones para lograrlo?

Sara Gondy: Dentro de la OIT, hemos establecido principios rectores sobre la transición justa, que fueron adoptados luego de una reunión de expertos en 2015. Muestran los puntos de entrada donde los gobiernos, los empleadores y las organizaciones laborales pueden tomar medidas. Se necesita una acción amplia que incluya todo el ecosistema de las políticas de empleo y que se base en el diálogo social. Por ejemplo, las habilidades asociadas con los millones de empleos que se destruirían podrían redirigirse a sectores verdes. Pero para redistribuir estos puestos de trabajo perdidos, es necesario poner en marcha políticas reales en términos de habilidades, recualificación y formación e involucrar a los interlocutores sociales en este proceso.

Capital: ¿Es posible conciliar coraje y trabajo a tiempo completo?

Sara Gondy: Sí. En cualquier caso, los resultados de nuestro trabajo muestran que la transición ecológica puede ir claramente de la mano de una economía sana, la creación de empleo y la justicia social. Nuestro mensaje es positivo pero no ingenuo. Podemos tener una transición centrada en las personas, beneficiosa para el medio ambiente, la economía de los países y para el mundo del trabajo si se toman las medidas adecuadas por parte de los Estados. Si, por el contrario, no se hace nada frente al cambio climático, las consecuencias serán terribles en el mercado laboral. El diálogo social tiene un papel muy importante que desempeñar en las medidas que deben tomar los Estados.

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Capital: ¿Qué sectores de actividad pueden verse afectados por el cambio climático?

Sara Gondy: Los sectores con altas emisiones de gases de efecto invernadero y los relacionados con el transporte y la energía experimentarán profundos cambios, tanto positivos como negativos. Por ejemplo, el sector energético incluye energías grises (carbón, etc.) pero también energías renovables. Vemos que es posible transferir habilidades relacionadas con la minería del carbón a la energía eólica. El sector agrícola también sufrirá una cierta transformación hacia una agricultura más sostenible: existe el riesgo de pérdidas y ganancias. Los sectores con mayor potencial son el transporte sostenible, la energía sostenible, los edificios de alta eficiencia y en general todos los oficios relacionados con la mejora de la eficiencia energética.

Capital: ¿Ves la pérdida de ciertas profesiones?

Sara Gondy: Todo depende de lo que se llame trabajo. Cuando hablamos de mineros, la profesión puede estar destinada a desaparecer, pero se puede cambiar. Ciertamente, el título del trabajo cambiará, pero una persona puede usar las mismas habilidades en otro sector. Es difícil hacer predicciones absolutas porque las consecuencias del cambio climático en el empleo dependen de las políticas públicas. Lo cierto es que los comercios relacionados con industrias intensivas en recursos, como la aviación, se verán afectados ya que es necesario reducir su actividad para limitar el cambio climático.

Capital: ¿Cómo serán las condiciones de trabajo mañana? ¿Pueden empeorar en algunos sectores?

Sara Gondy: Estamos en el proceso de realizar estudios a este nivel. Es probable que el cambio climático y los desastres naturales relacionados afecten de manera desproporcionada a ciertos grupos de trabajadores: los más vulnerables, los más ancianos y los más expuestos a la injusticia social. El desafío es lograr garantizar el trabajo decente a pesar del calentamiento global.

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