¿Pueden las redes sociales salvar nuestra cordura?

No se te escapó: este lunes 16 de enero estamos de lleno en “Blue Monday”, que es el día más deprimente del año. Un concepto inventado por las agencias de marketing pero que no se basa en ninguna base científica, sin embargo, permite abordar temas relacionados con la salud mental, incluida la depresión. Ansiedad, baja autoestima, depresión… Sentimientos que no son ajenos, sobre todo en la era de las redes sociales. Muchos estudios han señalado a lo largo de los años los vínculos entre las emociones negativas y las redes sociales, especialmente entre los jóvenes.

Instagram y Facebook admitieron tener un impacto en la autoestima de las mujeres jóvenes, Tik Tok que puede promocionar contenidos que promueven la anorexia o las autolesiones, Twitter y sus respuestas violentas… Cada vez más acusan a las redes sociales de destruir la cordura de sus usuarios. En Estados Unidos, funcionarios de las escuelas públicas de Seattle incluso presentaron una denuncia en 2022 contra plataformas como Facebook o Tik Tok, acusándolas de “ataques” a la salud mental de los más jóvenes. Pero, ¿deberíamos estar tan alarmados?

Para Aude Caria, directora de Psycom – mental health Info, una organización nacional que brinda información sobre salud mental, “las redes sociales tienen un efecto paradójico, es decir, hacen bien y mal al mismo tiempo”. La cuestión no es satanizar las redes, según él: “Nos pueden exponer a contenidos que nos hacen felices o no. Si, por ejemplo, lleva a compararse con cánones de belleza inalcanzables, tiene un efecto en la autoestima. estima. Pero las redes también pueden dar la impresión de ser parte de una comunidad, donde podemos intercambiar, lo que nos permite conocernos, educarnos, encontrar apoyo moral y social”, agregó. En otras palabras, si las redes no son el mal absoluto, es su sustitución por otras actividades lo que puede causar problemas.

Entre el ciberacoso y la desinformación, navegar por Internet no es fácil

En marzo de 2020, cuando estábamos todos encerrados, se disparó el tiempo dedicado y el uso de Instagram, WhatsApp o Twitter: según un estudio de Social Life 2020 Harris Interactive, el 40% de los internautas en Francia afirma tener cuenta en una red social o una aplicación de mensajería instantánea mientras está encarcelado. “Lo que también ha aumentado es el hecho de estar presente en varias plataformas al mismo tiempo”, indica Aude Caria. Así, estaremos más expuestos a diferentes contenidos a través de diferentes plataformas, lo que nos llevará más tiempo. “Este tiempo no se aprovecha para hacer nada que nos pueda ayudar: actividad física, contacto con la naturaleza, quedar con amigos o divertirnos”, agregó el director de Psycom.

Otro tema importante, cuando hablamos de los vínculos entre la salud mental y las redes sociales, es el ciberacoso. El pasado mes de noviembre, una encuesta de la asociación e-Enfance apuntaba que el 60% de los jóvenes de 18 a 25 años han sido víctimas de ciberacoso: violencia virtual con consecuencias reales. Las víctimas de la ciberviolencia, principalmente mujeres y personas pertenecientes a minorías, sufren así trastornos del sueño, trastornos del apetito, desesperanza, que pueden llegar incluso al suicidio.

Los problemas de salud mental se discuten cada vez más en el espacio público y de los medios, incluso en las redes. “Esto es parte del debate público. Incluso en una red profesional como LinkedIn hay algunos testimonios de burnout, lo cual es interesante en cuanto al tabú que puede representar este tema. Esta es la señal de que una voz se está liberando, con un efecto generacional”, subraya Aude Caria. Sin embargo, alerta sobre cierta información falsa presente en la red, que dará lugar a “abusos comerciales” o prácticas que no están científicamente comprobadas.

¿Necesitas hacer un detox digital para ser feliz?

Entonces, frente a una avalancha de información negativa y que induce a la culpa, un bombardeo de notificaciones y modelos elegantes en Instagram, ¿realmente necesita dejarlo todo para encontrar la paz? Para Aude Caria, sobre todo es necesario escuchar sus sentimientos. “En la vida en general, ¿estamos enfermos? ¿Estamos más tristes, más ansiosos que de costumbre, no dormimos bien, usamos más sustancias a menudo… Cualquier cambio en el comportamiento o en lo que decimos a nuestros seres queridos debe ser considerado, respeto”, dijo. Si el desintoxicación digital, estas semanas sin smartphones, están de moda, intentar desconectarse de las redes puede revelar o notar su nivel de dependencia o uso abusivo. “Individualmente, puedes reducir la duración de tu pantalla, eliminar notificaciones, programar un tiempo limitado en cada aplicación…”, agrega Aude Caria. ¡También podría pasar por una limpieza importante de su fuente de noticias, favoreciendo el contenido que nos hace felices!

Pero por todo eso, nuestra relación con las redes sociales es un tema social, económico y político. “Regular los contenidos es responsabilidad de las plataformas y de los legisladores. Hay un tema real de regulación de los productores de contenidos pero también de las plataformas”, insistió el director de Psycom. Otro punto importante según él: enseñar cómo funciona la tecnología digital, identificar los peligros de la manipulación y desarrollar el pensamiento crítico. A la espera de una política reguladora real de la plataforma, sin embargo, hay varios recursos que deberían movilizarse para usuarios, adultos (y padres) y jóvenes: Psycom, la asociación e-Enfance, o incluso números como el de Violencias Femmes Info ( el 3919) o el 3018 contra la ciberviolencia. Y si nos saturamos de notificaciones o likes, mejor apagarlo todo, para protegerse.

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