El invierno promete ser menos duro de lo esperado para la economía europea
La bajada de la inflación, la mejora de las cadenas de suministro, la reapertura de China… Vuelven a soplar vientos de optimismo en la economía europea, que puede salir este invierno de la recesión que se consideraba inevitable hace poco.
El martes, un indicador muy seguido confirmaba el cambio de opinión en torno a las perspectivas del Viejo Continente, que parece resistir mejor de lo esperado las consecuencias de la guerra de Ucrania, aunque la situación dista mucho de ser brillante.
Según el S&P Global Flash PMI, la actividad económica en la eurozona volvió a crecer levemente en enero después de seis meses de contracción.
El índice, calculado con base en encuestas empresariales, se recuperó a 50,2, luego de 49,3 en diciembre, y alcanzó su nivel más alto en siete meses. Una cifra superior a 50 indica un crecimiento de la actividad.
Hasta hace poco, los expertos pronosticaban casi unánimemente una contracción de la actividad en el último trimestre de 2022, luego en el primer trimestre de 2023, y por tanto una recesión.
Comprueban su juicio.
La recuperación del índice PMI, por tercer mes consecutivo, es otra señal de que la zona euro “ha evitado hasta ahora la profunda recesión que nosotros y muchos otros predijimos”, reconoció Andrew Kenningham Economics de Capital.
Es cierto que los vientos en contra siguen siendo significativos. La demanda de bienes y servicios siguió debilitándose en los 20 países que comparten la moneda única, los nuevos pedidos industriales continuaron cayendo en enero, aunque menos que en diciembre, y los tipos continuaron subiendo de interés Interés del Banco Central Europeo (BCE) emitidos una sombra sobre la economía para los próximos meses, señalaron los economistas.
Sin embargo, una posible contracción del Producto Interno Bruto “es menos severa de lo que se esperaba anteriormente y los datos sugieren que una contracción solo es evitable”, subraya Chris Williamson, economista jefe de S&P Global.z
– “Un poco de suerte” –
Las cifras del PIB del cuarto trimestre de 2022 serán publicadas por Eurostat el próximo martes.
Parte de la mejora viene con el tiempo. “A veces solo hace falta un poco de suerte. La economía de la zona euro evitó escenarios dramáticos para este invierno gracias a un diciembre muy suave en el que los stocks de gas estuvieron por debajo de lo esperado”, comenta Bert Colijn para el banco ING.
El retorno a la relativa calma en los mercados energéticos permitió que la inflación descendiera por segundo mes consecutivo en diciembre, hasta el 9,2%.
El desempleo se mantuvo en 6,5% en noviembre, su nivel más bajo en la historia.
Al mismo tiempo, las dificultades de suministro se “aclararon”, lo que benefició a la industria manufacturera, especialmente en Alemania, mientras que “la reciente reapertura de la economía china ayudó a mejorar el panorama económico global y favoreció así un fuerte repunte de la confianza empresarial, “, dijo Chris Williamson.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, también se mostró optimista la semana pasada en el Foro Económico de Davos. “Las noticias han sido más positivas en las últimas semanas”, por lo que el año en curso “no será brillante, pero sí mejor de lo que se temía”, dijo.
En sus previsiones de otoño, la Comisión Europea pronosticó un crecimiento del PIB del 0,3 % para la zona del euro en 2023, tras el 3,2 % de 2022 y el 5,3 % de 2021. El año debería marcar una fuerte pausa tras la fuerte recuperación económica que siguió a la histórica recesión provocada en 2020 por la pandemia del Covid-19.
Las últimas noticias alentadoras “podrían presagiar una recesión más débil de lo esperado este invierno”, estimó también el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en una reunión de ministros de Hacienda europeos el 17 de enero.
“Todavía se espera un crecimiento moderado para lo que resta del año”, pero “la guerra en Ucrania sigue nublando el panorama y la crisis definitivamente no ha terminado”, advirtió.