cómo Francia superó los 3.000 billones de euros
A Bruno Le Maire le gusta pensar en las figuras que exponen las brillantes laderas de Francia. Al igual que el último índice de producción industrial, +2,4% en enero, los 45 gigavatios volvieron a EDF a finales de diciembre, los 1.550.000 puestos de trabajo creados en el sector privado desde 2017 y los 300.000 puestos de trabajo creados en 2022. Sin embargo, pendientes sombreadas crecientes. Esto incluye 3.000 millones de deuda pública. El gasto combinado de Apuc (administraciones públicas centrales), Apul (administraciones públicas locales) y Asso (administraciones de seguridad social), como decimos en lenguaje de inspector financiero. Un Himalaya que el gobierno deja al INSEE para mostrar a finales de marzo.
Bailamos en un volcán
Bruno Le Maire, Ministro de Economía
En sus saludos a los medios de comunicación de mediados de enero, el Ministro de Economía y Finanzas, sin embargo, calificó sus declaraciones sobre este tema con una: “Estamos bailando en un volcán. » Sacudida por dos años de Covid y choques energéticos e inflacionarios, que aún son muy reales, la recuperación económica sigue siendo frágil. En 2023, el crecimiento no debería superar el 1,5 % y la inflación, aunque inferior a la media europea, debería volver al 3 % a finales de año, tras alcanzar un máximo en la primera mitad del año. Para Bruno Le Maire, el momento de la iluminación dicta el restablecimiento de las cuentas públicas y suena el toque de difuntos de “lo que sea necesario”vino.
Necesitamos freducir la deuda a partir de 2026 y situar el déficit público por debajo del 3% en 2027
Bruno Le Maire, Ministro de Economía
El propósito: “Reducir la deuda a partir de 2026 y llevar el déficit público por debajo del 3% en 2027”, como decía Bruno Le Maire en su entrevista con JDD. Una trayectoria de suave pendiente destinada a cambiar el gasto a la mitad de la velocidad de nuestra riqueza: del +0,6% frente a un crecimiento potencial del 1,35% este año. Es decir “la evolución más lenta en veinte años”, nos aseguran en los pasillos del ministerio. Las tasas de préstamos a diez años de Francia también deberán ser monitoreadas de cerca. Están subiendo y están cerca de la marca del 2,6%. Afortunadamente, por ahora, la tasa de apreciación del riesgo está repartida, dijo “proliferación”, con Alemania es estable. Pero nada es seguro. Las agencias de calificación están poniendo los ojos en las reformas que se están llevando a cabo y que se avecinan en Francia, el seguro de desempleo y el, muy esperado, de las pensiones. Bercy evalúa la carga de la deuda (intereses a pagar sobre el saldo de la deuda) en 60 000 millones en 2027, frente a 31 000 millones en 2021. Por el lado del déficit, Francia debería situarse en el 5 % este año, como el año pasado. La disciplina financiera esperará.
El arma atómica de la revisión del gasto.
Hoy, la principal piedra en el zapato del gobierno se llama pensiones. Son la mayor partida de gasto. En 2022, solo ellos absorben 262 euros de un total de 1.000 euros de gasto que se reparte entre 15 sectores. Sin embargo, la reforma deseada por Emmanuel Macron y propuesta por Elisabeth Borne se debate en la calle y lucha por unificar una mayoría en el Parlamento. “Pedimos a nuestros compatriotas que trabajen más: entendemos que no es popular”dijo el ministro que considera, sin embargo, importante reformar el trabajo y garantizar el equilibrio financiero en 2030. Peor aún, el proyecto cae en un contexto de inflación que provoca ansiedad, que es muy sentida por los franceses.
Evitar que crezca la deuda
Para lograr sus objetivos presupuestarios, en el verano el maestro de Bercy obtuvo su arma atómica del Elíseo y Matignon. Un análisis de gasto más potente que los anteriores. Debe distribuirse en cinco años con obligación de resultado en cada factura fiscal. Ya no se recortaron presupuestos con hacha ni se renovaron, aunque se aumentaron sin dudarlo. “Vamos a consultar temprano con todos, desde Apuc hasta Asso, y especialmente con las autoridades locales, para evaluar sus costos, ver si realmente son útiles o duplicados, tanto para los créditos”, describiendo a un miembro de su séquito. Suficiente para ahorrar, según cálculos del Gobierno, miles de millones de euros, evitar el desarrollo de deuda y mantener las inversiones para salvar la reindustrialización verde. A Bruno Le Maire le gusta mucho. Es como dibujar los contornos del país durante treinta años.