Electricidad, gas: por qué los precios seguirán altos – Francia
1 Un año incierto 2023
Sin un escudo tarifario decidido por el gobierno, el aumento de los precios de la electricidad, evaluado por la Comisión de Regulación de Energía, debería ser del 99% para personas físicas y del 97% para empresas. Será sólo el 15% este primer día de febrero. En 2022, el escudo arancelario permitió limitar el incremento al 4%. En septiembre, al anunciar la renovación del sistema en 2023, la primera ministra, Elisabeth Borne, aseguró que ese aumento del 15% sería solo de un año. Para el gas, cuyo precio regulado subió un 15% en enero, el futuro es más incierto. El 30 de junio será el fin de la tarifa regulada de esta energía. Se trata de 2,6 millones de hogares en Francia. ¿Se puede decidir otro dispositivo que el escudo arancelario? La asociación de consumidores CLCV no cree en la posibilidad de que un índice de referencia sea decretado por la Comisión de Regulación de Energía. Continuará.
2 Un contexto internacional que sigue tenso
Desde diciembre, los precios mayoristas del gas han estado en caída libre. El precio de futuros del gas natural en Europa se cotiza actualmente a sus niveles de septiembre de 2021, alrededor de 60 euros por megavatio hora, que sin embargo es más del doble de su precio anterior a la pandemia de covid-19. Gracias a un invierno suave, Europa pudo reducir significativamente su dependencia del gas ruso. Como resultado, las acciones están en su punto más alto.
Pero en el lado de la factura del consumidor y de las empresas, los altos precios del gas y la electricidad están aquí, según Anders Opedal, director ejecutivo del gigante energético noruego Equinor. Según un analista del corredor Oanda, “los precios pueden tardar años en volver a niveles con los que los compradores europeos se sientan más cómodos”. De hecho, los impuestos, el aumento de los costos de transporte y la escasez de mano de obra se interponen entre el gas que compran las empresas de energía y la factura final que llega al consumidor.
3 Francia que necesita energía nuclear
Al margen de este contexto geopolítico, Francia tendrá que invertir mucho en los próximos años, tanto en energía nuclear como en energías renovables. Aunque el primer reactor se apagó debido a la corrosión, Civaux, se reinició el 25 de enero, la producción nuclear francesa sigue en declive. 44 reactores están ahora en servicio, de 56. El descenso de la producción nuclear, que ronda el 20%, lleva a Francia a influir en el mercado europeo, al absorber buena parte de los excedentes de producción de electricidad del continente.
A medio y largo plazo, la renovación del parque nuclear francés -la construcción de seis EPR2, anunciada por Emmanuel Macron- se estima en 51.700 millones de euros. Un enorme esfuerzo económico que no atiende la emergencia energética y climática, según Greenpeace.
4 Las renovables se están quedando atrás
En el lado de las energías renovables, Francia se está apegando a sus objetivos, como nos recordó el barómetro Obser’ER de la semana pasada. Para la eólica terrestre, no se alcanzará el objetivo oficial de 24,1 gigavatios de capacidad instalada, fijado en 2020 para finales de 2023. El país apenas alcanzará los 20 GW a fines de septiembre de 2022. Para la fotovoltaica, a pesar del repunte en 2021, Francia tiene solo 15,8 GW de capacidad solar en septiembre de 2022 y podría alcanzar los 19 GW a fines de 2023. Esto superará los 20,1 GW esperados y, a este ritmo, superará con creces las ambiciones ya establecidas para 2028 (entre 35 y 44 GW).
5 EDF en una mala racha
Cierre de centrales nucleares, retraso en el desarrollo de las energías renovables, endeudamiento abismal, revalorización salarial del 4,6% a lo que hay que sumar revalorizaciones individuales del 2,45% y una bonificación excepcional de 2.600 euros brutos… a las dificultades históricas que tiene un francés empresa de energía , el Estado puso en marcha su renacionalización al 100%, por un coste que debería alcanzar los 9.700 millones de euros. Una operación que se retrasó por los recursos de los pequeños propietarios que cuestionaron el precio de rescate. Ante tal situación financiera, el Estado tiene que cumplir con sus responsabilidades como accionista único. Pero cuesta imaginar que el consumidor no sea llamado al rescate por su factura de la luz… Sin duda, el sueño francés de la electricidad barata desaparecerá por un tiempo.